La agencia ambiental americana ha detectado dosis importantes de yodo radiactivo procedente de la nube de Fukushima. Se ha detectado en la lluvia y en el rocio de algunos campos y maizales. Aunque tratan de tranquilizar a la población señalando que la nube radiactiva llega ya debilitada, lo cierto es que se han filtrado algunos registros que apuntan dosis preocupantes y más elevadas de lo referido inicialmente.
Los contadores Geiger se han vendido bastante en Estados Unidos estas últimas semanas, así que en la red son muchos los grupos de voluntarios que realizan mediciones a intervalos de 6 horas en el entorno de sus granjas. El grupo de acción por la libertad de información esta actualizando los datos estadísticos por países y estados. Y de momento las informaciones empiezan a ser algo preocupantes. Los vientos siguen soplando hacia el océano Pacífico, y eso esta salvando a Japón de sufrir importantes contaminaciones en zonas densamente pobladas. Por otro lado el extenso oceano Pacífico garantiza hasta el momento que la nube se vaya diluyendo parcialmente, recorriendo miles de kilómetros hasta llegar a tierra firme. Pudiendo ser el desastre mucho mayor, con emisiones mas continuadas y con cambios climatológicos que reviertan el orden de los factores. Preocupante resultaría el efecto que pudiera causar si cambiase de dirección y alcanzase menos diluida zonas como Tokio, China o Corea del Sur donde la concentración de la población es muy elevada.
U.S. environmental agency has detected significant doses of radioactive iodine from the radioactive clound of Fukushima. Has been detected in rain and spray some fields and cornfields. While trying to reassure the public saying that the radioactive cloud reaches weakened, the fact remains that have filtered some records that suggest higher doses.
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