Este iluminado que se hace llamar progresista y se supone que habla en nombre de todos nosotros, los que creemos en la justicia social, en la libertad de oportunidades, en los derechos humanos. Y los que hemos luchado fuera por nuestras convicciones, y eso no es darse un paseo en un puto convoy periodístico entrevistándose con unos y otros por un Sahara libre. Es un trabajo de campo, de suciedad, de mugre, de compartir durante meses el mismo techo, de aportar tu formación que te ha costado sudor y años de duro trabajo en Universidades Públicas e igualitarias. Universidades que por desgracia muchos otros, por muy válidos que sean, no pueden acceder ni brindarse a si mismos esa oportunidad de intentar cambiar su país desde el conocimiento y la formación. Pertenece por herencia directa a los vegestorios de la vieja progresía europea del mayo Francés, siguen viendo el mundo con esquemas desfasados, polarizados en dos bloques de buenos y de malos. La mayoría de ellos son unos hipócritas que viven como auténticos Yuppies de pensamiento noble pero de gustos caros. No renuncian a los privilegios de sus contactos, a los papeles a dedo entre amigos y círculos cerrados de tráfico de influencias. No se enteran de la misa a la mitad, ni que ellos representan la vejez, que un mundo nuevo joven se alza con fuerza, que por primera vez estamos conectados y podemos actuar para mover las cosas. Que nos hemos conocido bien esta última década en todas las universidades de Europa, donde los más afortunados estudiantes de países del norte de África han podido ver realidades democráticas y contrastarlas con las miserias de esos regímenes autoritarios que el Tonto de Willy tanto admira. Han sido la base fuerte de la pirámide estos últimos meses, los que han convocado desde Facebook y otro foros de internet, los que han luchado con compañeros Hacker para frenar los intentos de censura en la red, los que les han explicado a sus analfabetos padres y abuelos el porque se debía salir a la calle a luchar por un futuro mejor y donde no necesitaban a vegestorios como él para hacer proclamas públicas con su visión distorsionada. Tanto a la OTAN como a Naciones Unidas todo esto les ha cogido en calzoncillos, y a los servicios de inteligencia también, andan dando palos de ciego, improvisando completamente desconcertados. Y a todo ello solo me queda decir una cosa, Joderos Abuelos, el mundo es nuestro vosotros sois un fracaso porque no os daís el piro y os jubilais de una puta vez y dejaís de tocar los cojones. Esto te lo dice uno de esos de la generación del botellón, de cerebro hueco, de emancipación tardía, joven aunque sobradamente curado en salud contra el gilipollismo etiquetero de los abuelos que pueblan la parte superior de la pirámide demográfica. QUE OS JODAN..
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1 comentario:
no hay nada peor que una etiqueta mal llevada como la de willy, totalmente de acuerdo.
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