MI PRIMER Y PENÚLTIMO ENCONTRONAZO CON LA LEY



La última vez que estuve en Valencia, la ciudad de mi niñez antes de marcharme a Barcelona, me encontré en la plaza San Agustin a Alfonso. Un antiguo Guarda de la huerta valenciana de la zona de Torrent. En el año 1988 nos sorprendió robando melones en una de las propiedades que él custodiaba, yo tenía 10 años. Y aunque no dejaba de ser un juego infantil consiguió meternos el miedo en el cuerpo durante una buena temporada, y de paso evitar que nos siguiéramos metiendo en lios. Ya lo conocíamos de vista, nos había sorprendido bañándonos ilegalmente en el canal que desviaba parte del caudal del rio Jucar para regar aquellas huertas, pero habíamos conseguido escapar. El otro día leyendo el artículo de Sabino que discutía una decisión polémica de un juez, sobre una persona reinsertada ya en la sociedad, me vino ese recuerdo. Si ese juez hubiese tenido la mitad de mano izquierda que ese guarda otro gallo cantaría. El Guarda en cuestión con un derroche de imaginación sin precedentes, no llamó a la guardia civil ni a la casa de campo de mi abuela evitandoles disgustos y problemas, como era fotógrafo además de guarda, nos condujo a su pequeña tienda de pueblo y nos hizo unas fotos. Nos miró fijamente y nos dijo ahora estáis fichados, os tengo en mis archivos os puedo reconocer desde varios cientos de metros y no os quitaré el ojo de encima. Años después viviendo ya en Barcelona, todavía seguía pasando algunas semanas del verano en la casa de mi abuela. Coincidíamos con él en la horchatería Tomás, y mas tarde nos sorprendió regalándonos aquellas míticas fotos, y ahí estaba yo con 10 años y con la tensión del momento reflejada en mi rostro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

este ha sido una buena historia, la foto es de peli de mafiosos, de niños eso si...
m

JOHNNYBGOOD dijo...

No eramos mala gente ja, ja no extorsionabamos a nadie. Ni abusabamos con nuestra fuerza, pero eso si aficionados a meternos en lios. El aburrimiento de tantos días de verano.