ROCK AND ROLL COMO PUENTE DE UNIÓN APOSTANDO POR EL INTERNACIONALISMO


Noticia enviada por publicación Wildcat.


Un proyecto valiente que rebate el nacionalismo, es independiente y está hecho por y para los jóvenes." Estos términos de elogio provienen de un panel de jueces de la escuela de música pop de Mitrovica. Dos escuelas de música para jóvenes en la dividida ciudad de Kosovo,, con un trasfondo de tensiones e inseguridad, han sido galardonadas con el premio al Mejor Proyecto 2008 por la Comisión Holandesa de Cooperación Internacional (NCDO).

La escuela en el norte tiene alumnos serbios, la escuela en el sur cuenta con alumnos albanos.El puente sobre el río Ibar las separa porque es muy peligroso cruzar ese corto trecho. Desde el final de la guerra en 1999, graves tensiones han enfrentado a ambas comunidades, intensificadas por la declaración de independencia de Kosovo a principios de este año. La ciudad fue alguna vez la capital de la música rock en la región y los profesores de la escuela de música aspiran a recuperar su antigua gloria con ayuda de los músicos holandeses. Pero ¿puede la música recuperar el antiguo espíritu y reunificar a las comunidades?
Edon es un profesor de música albano en la escuela del sector norte. En su opinión, la escuela ofrece a los jóvenes algo interesante y ayuda a compensar el ambiente desagradable y las limitaciones en la ciudad. Su colega Milos trabaja en el sector opuesto, con la comunidad serbia que es mucho más reducida. Sin embargo, para poder reunirse debieron viajar al sur de Holanda donde pueden dedicarse a la música con toda libertad, y trabajar con profesores holandeses en condiciones bastante menos tensas. Wendy Hassler Forest es directora de proyectos de la organización Músicos sin Fronteras, y ejerce la coordinación entre los músicos de Mitrovica y los profesores holandeses de la Fontys Rock Academie en Tilburgo.
"Esta es una de las series de eventos que estamos organizando fuera de Kosovo, por lo que uno de los objetivos es trabajar juntos, lo que en su propio contexto no es posible; el objetivo más específico es capacitarlos en lo que necesiten para administrar la escuela, desde la ejecución del propio instrumento al aprendizaje de otros instrumentos, un conocimiento necesario para poder servir de instructores, y se les ofrece también capacitación en técnicas de gestión y estrategia de Relaciones Públicas" dice Wendy Hassler Forest.
Muchas veces se ven en la necesidad de enseñar a tocar instrumentos que ellos mismos no dominan, por lo que se les imparte un curso intensivo de técnicas básicas de ejecución y de aptitud musical. No es la primera vez que los músicos se congregan. El verano pasado se encontraron en un campamento musical en la capital macedonia de Skopje. Al principio, los niños se mostraban recelosos entre sí, explica Edon: "Nunca antes se habían encontrado con un niño de nacionalidad serbia y no sabían qué aspecto tenía, cómo pensaba, al principio solamente se miraban, pero el segundo día comenzaron a trabajar juntos y se decían: ‘tú eres igual que yo'. Se desarrolló una buena cooperación y terminaron tocando juntos en un concierto con una orquesta mixta."
Todavía está muy remoto el día que una escuela multiétnica pueda funcionar en su propia ciudad pero, mientras tanto, Milos está agradecido por el rol que la música ha jugado durante estos tiempos oscuros: "Durante la época de la crisis había quince de nosotros que no tenía nada que hacer excepto escuchar música, por eso, la música tiene un papel muy importante en términos sociales. Ahora, la gente ya se está cansando de la situación de división en Mitrovica, y desearía poder continuar con una vida normal y conjunta. En algún momento eso ocurrirá."
Edon está convencido de que la música tiene el poder de trascender más allá de las diferencias políticas. El trabajo con los niños, dice, es sólo el comienzo, y manifiesta su esperanza de que ellos ejerzan gradualmente una influencia en el resto de la población, hasta llegar a la reunificación.

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