DIANA KRALL

Una noche en Nueva York andaba perdido cerca de la calle 47, mi pequeña escapada a la gran manzana llegaba a su fin. Me esperaba un asiento de clase turista al día siguiente. Recuerdo un bar que los transeuntes mas snob de esa zona ignoraban con paso acelerado. Ahora eran otros tiempos que no perdonan ni disfrutan saboreando joyas pasadas, pensé al entrar. El local era polvoriento, regentado por una familia Italoamericana que mantenía el local abierto desde hace 80 años generación tras generación. En la parte derecha del local , en una de sus esquinas, había un cuadro repleto de fotografías en blanco y negro. Un joven Sinatra apuraba lo que parecía un Gin Tonic en esa misma barra que acariciaba ahora con mi pulgar. Era una de esas barras clásicas forradas de maderas nobles y aterciopeladas que conocía por fotos antiguas pero que nunca había visto en persona. A la izquierda de Sinatra había una foto de un joven Paul Newman junto a James Dean, ambos acudían a ese local a comer sus spaguettis por unos cuantos centavos cuando eran unas jovenes promesas en el Actor´s studio y no tenían ni un duro en sus bolsillos. En la foto de Dean ponía escrito con pluma negra, nunca pagó una ronda de spaguettis siempre le invitó la casa pensabamos que se trataba de un vagabundo que tocaba los bonjos pero nos reíamos mucho con él.
En el local sonaba una versión de " fly me to the moon " por una joven promesa del Jazz que luego supe por el barman que se hacía llamar Diana Krall. Disfruten de su voz, era como la de aquel local antiguo. No hagan como aquellos viadantes snob que aceleraban el paso y lo miraban con desprecio, todos esos no tienen ni puta idea de disfrutar de lo bueno de la vida aunque vayan por el mundo como Bon Vivants dictando al rebaño lo que ellos creen que es lo mas "in" y lo que ya esta "out" eso es patrimonio de cada individuo, único e indivisible como aquel local ¿ no creen?.








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