El cancer de próstata se lo ha llevado finalmente, aunque cuentan que hace tan solo una semana todavía seguía flirteando, pese a la gravedad de su estado, con las enfermeras que le atendían en su último aliento de vida. Dennis Hopper empezó con una carrera meteórica y muy prometedora a mediados de los 50. Donde compartío cartel con James Dean en dos películas de culto, Rebelde sin Causa y Gigante. Enseguida tuvo buen entendimiento con su compañero de reparto al que la mayoría de gente eludía por su comportamiento extraño. En Rebelde sin Causa no le costó demasiado interpretar el papel de pandillero pendenciero ya que años antes frecuentaba un grupo de motoristas semivagabundos veteranos de Corea y copió actitudes. Fue el único del cartel que acompañó a Jimmy Dean en diversas ocasiones en carreras nocturnas en Hollywood Boulevard a bordo de unas Norton. Durante el rodaje de Gigante desaparecía con Dean en una ranchera Chevi internándose de noche en el desierto Texano para cazar liebres a toda velocidad y con una botella de Bourbon en la mano y unos cuantos gramos de marihuana en la guantera. El director George Stevens se desesperaba una y otra vez por el caracter indisciplinado que mostraban los dos continuamente. Cierta fama de enfant terrible truncó su prometedora carrera los primeros años, y no fue hasta la década de los 70, en plena era de la contracultura cuando con dos films también de culto, Easy Ryder y Apocalypse Now volvió a la palestra para trabajar con los mejores directores a partir de ese momento. Esa nueva generación de directores poco o nada les importaba la reputación que pudiesen arrastrar sus actores mas allá de las cualidades interpretativas que pudieran ofrecer. Fue un actor comprometido con el arte contemporáneo en todas sus facetas desde pintura, escultura y fotografía. Poseedor de una de las mas importantes colecciones privadas de arte contemporáneo.
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