Durante la edad Media y el Renacimiento, se usaban tintas o dorados en los cantos de los códices para proteger los libros del polvo, la humedad y los insectos. También se aplicaban elaborados diseños decorativos o doraduras en biblias y libros religiosos. Su uso tiene raíces tanto funcionales como estéticas, que evolucionaron con el tiempo y que, hoy en día, se reutilizan con fines comerciales y de marketing, sobre todo para atraer compradores, y destacar libros en librerías o redes sociales. Esta tendencia, lejos de ser una moda pasajera, se está implantando con fuerza, y generando comunidades de lectores que tratan al libro de formato papel como lo haría un copista medieval. En USA, Kent County, Michigan, es ya una clara tendencia emergente que está llevando a los lectores de vuelta a las librerías. Estos libros observados en conjunto, tienen bordes decorados que revelan diseños únicos que complementan y enriquecen la historia del libro. A su vez, dotan de una personalidad diferencial a su autor, y son un elemento identificativo más de sus obras. Muchas estanterías de libros lucen de otra manera, y resulta más fácil localizar un autor en las colecciones privadas que uno pueda poseer. Aunque inicialmente puedan asociarse con libros de fantasía, young adult (YA), o ciencia ficción, donde el componente visual es clave para la audiencia. No son pocas las editoriales, y autores de Literatura convencionales que están considerando sumarse a esta tendencia para las ediciones premium de sus obras. Además surgen en torno a ellas, comunidades de lectores de ediciones limitadas, y que sirven para generar un intercambio cultural y social en eventos específicos para sus compradores. Donde portar uno de estos libros, es el requisito mínimo para el acceso a un evento de presentación del autor en una conocida librería, o incluso en una actividad social divulgativa de un nuevo lanzamiento ligada a acciones grupales con sus fans. En definitiva, el mundo editorial en Europa, tiene mucho que aprender del buen hacer en Márketing que siempre tuvo USA. La calidad y cantidad de autores Europeos siempre fue un sello diferencial, que hay que saber aprovechar en este mundo globalizado.