LA HISTORIA DE PABLITO MINGUEZ DESAPARECIDO NO DEBEMOS OLVIDAR NI PASAR PÁGINA
Olvidemonos de todo, olvidarse.... Es lo que quieren los asesinos, un 68% de grandes fortunas en Argentina viven gracias a los reeditos que la convivencia con los canallas de la dictadura y la complicidad con ellos les aportó para sus intereses en las finanzas, y negocios multisectoriales que a día de hoy disfrutan sus hijos y nietos. En España esa cífra es aún mayor, aquella frase de Franco " Lo dejo todo atado y bién atado" no era precisamente un farol. Analizando los principales hombres de negocio, banca, grandes rentistas y grandes empresarios el % podría ser próximo al 80% de las grandes fortunas Españolas. En cuanto a la participación directa de familiares en acciones de represion tanto durante el golpe de estado a la República como de la etapa franquista tenemos hoy en día por ejemplo un senado con cerca de un 65% de sus señorías con vinculaciones familiares directas a órganos de represión del régimen. Y aún se preguntan algunos por que tanto interés en perseguir leyes como la de la memoria histórica.
Recordemos a Pablito el Argentino
La historia de Pablito Míguez, desaparecido
de la ESMA cuando tenía catorce años
...
"NO SE SABÍA QUÉ HACER CON ÉL"
Era hijo de militantes políticos. Fue torturado delante de su madre porque ésta se negó a firmar la escritura de su casa. Estaba condenado porque "había visto demasiado". Ni los sicarios de la ESMA se atrevían a cumplir la condena. Está desaparecido.
Por Lila Pastoriza
La madrugada en que fue secuestrado --12 de mayo de 1977--, Pablo Míguez tenía 14 años. Un grupo operativo del Ejército fue a buscar a la madre y a su pareja, militantes del ERP, y se llevó a todos al centro clandestino de detención conocido como "El Vesubio", en el partido bonaerense de La Matanza. Allí comenzó para "Pablito", como lo llamaban en los campos, un derrotero de espanto e incertidumbre cuyo final se pierde en la noche y la niebla del silencio y la impunidad. Luego de unos meses en el Vesubio lo trasladaron al más alto de los altillos de la ESMA, que compartimos juntos. Después, no se sabe. Quizás estuvo un tiempo en la comisaría de Valentín Alsina. O tal vez la Marina ya lo había "trasladado" en uno de sus vuelos. Pablo nunca apareció. ¿Quién decidió su suerte? Era un menor. ¿No sería para el general Martín Balza un caso arquetípico entre los que él consideró "actos repudiables que comprometieron la imagen institucional"? Hemos logrado reconstruir retazos de su deambular por los centros clandestinos. Hasta la niebla, claro. ¿Qué hicieron con Pablo Míguez? Desde hace 21 años, las Fuerzas Armadas deben la respuesta.
Pedido de hábeas corpus presentado por el padre de Pablo en 1977 y rechazado por la Justicia. Derecha: certificado escolar.
Agosto del '77, Escuela de Mecánica de la Armada. En el ultimo piso del edificio donde funcionaba el Casino de Oficiales --"capuchita"--, uno de los guardias con mas tiempo en ese sitio trae a un prisionero "nuevo", le descubre la cabeza y comenta a otro: "mirá a lo que nos dedicamos ahora... 14 años tiene". Están frente a mi cucheta y sólo logro atisbar la mitad inferior de un cuerpito dentro de un holgadísimo pantalón rosado. Creí que era una chica. Pero no, era Pablo. Lo instalaron al lado mío y colocaron sobre sus ojos un "tabique" blanco (de los que tenían los que serían liberados). Al rato nomás, y aprovechando la "guardia buena", ya me había contado su historia, o al menos, la de los últimos tiempos.
Todo lo que él relató, a veces en detalle, lo fui corroborando luego, muchos años después, cuando supe que no había aparecido y comencé a rastrear, en los testimonios de sobrevivientes, su paso por los campos. Entonces descubrí que su historia había sido mucho más terrible y dolorosa que lo que sus palabras evocaban. Mucho más irresistible. Quizá por eso la contaba así.
Nacido en los sesenta
Pablo era el hijo mayor de Juan Carlos Míguez --por entonces comerciante-- y de Irma Beatriz Márquez Sayago (apodada familiarmente "Nené" y en la militancia conocida como "Violeta"). Cuando la detuvieron, ella tenía 34 años, los últimos de los cuales había repartido entre la actividad política y sus hijos. Además de Pablo, estaba su hermanita, Graciela --dos años menor que él-- y últimamente Eduardo, el hijo de Nené y su nuevo compañero.
Corrían los años sesenta. La familia era una de las tantas apasionadas por la política y la posibilidad de cambiarlo todo. Vivían en Palermo. Los chicos hicieron la primaria en la Escuela Armenia Argentina. Pero hacia el '73 los padres se separaron y Nené y sus hijos cambiaron de escuela y de barrio. "Pablo comenzó el secundario en Lomas de Zamora y luego se fue al Industrial de Avellaneda, donde cursaba segundo año en la época que se lo llevaron", relata el padre. "Era muy inquieto, muy rebelde... y seguía siendo infantil..."
En esos días, Pablo incursionaba por varias casas. La de su abuela, Teodomira Sayago, las de la familia paterna (padre, tíos y primos) muy vinculada al sindicato del turf y las carreras, un mundo que lo fascinaba. Pero donde vivía era en el departamento ubicado en Spur y Belgrano, en Avellaneda, con su mamá y su compañero, Jorge Capello (cuyo hermano fuera asesinado en el '72 en Trelew). Era un hogar cuya dinámica estaba marcada por la militancia. En los primeros meses del '77, cuando arreciaron los operativos represivos, a los chicos más pequeños los llevaron a lo de la abuela. Sólo Pablo quedó viviendo allí.
El viaje
El 12 de mayo de 1977, a las tres de la mañana, una de las patotas del aparato militar represivo irrumpió en el departamento de la calle Spur y se llevó a sus habitantes: a Irma, Capello, otro compañero --Luis Munitis-- y a Pablo. El me contó que un primer momento lo habían dejado arriba pero que a los minutos volvieron a buscarlo y lo metieron en el baúl de uno de los coches. Allí comenzó su viaje por el submundo del horror. Lo supo ya en aquel trayecto y en los alaridos de los suyos, torturados apenas llegaron al Vesubio, un centro clandestino próximo a la intersección de Avenida Ricchieri y el Camino de Cintura.
"(Un niño), Pablo Míguez, y su mamá, a la que llamaban Violeta y que era Irma Beatriz Márquez de Míguez, llegaron al campo secuestrados con el compañero de Violeta, llamado Capello --relató Elena Alfaro, sobreviviente del Vesubio, en el Juicio a las Juntas--. Este nenito tendría 12 o 14 años, no recuerdo, pero era una criatura. Fue llevado con su madre. Ahí compartió con nosotros las "cuchas" y un día fue torturado. Los llevaron a la sala de tortura después de mucho tiempo de estar en el "chupadero". Y cuando vuelve, Pablito nos dice "me dieron máquina", y estaba totalmente lastimado... Entonces, la madre, que era una mujer realmente muy fuerte y de mucha calidad humana y de una gran fuerza moral nos explica que habían torturado a Pablito frente a ella y que todo esto era porque, aparentemente, Violeta no les había dado la escritura de su casa...".
Otro sobreviviente, Hugo Pascual Luciani, un zapatero que vivía en Adrogué y que fue secuestrado dos veces durante ese año, habla de Pablo y de su madre en numerosos testimonios. "Allí había un chico, Pablito, que a veces repartía mate cocido y a veces llevaba los tachos con orín. Era hijo de Violeta, una mujer muy inteligente, muy bien parecida, que me daba ánimos. Este chico era Pablito, quien andaba un poco suelto aunque de noche le ponían cadenas. A Violeta la violaron mucho, así como a las otras mujeres... y el hijo tenía que estar mirando,...". "Ella quedó en el chupadero, pobrecita, víctima de todos esos salvajes..."
Tres meses después Pablo seguía en el campo. "Era un chico de 12 años, alto, delgadito... Los guardias comentaban que no se sabía qué hacer con él, dado que era bastante grande y que había visto mucho. Se llamaba Pablo..." relata Virgilio W. Martínez, un uruguayo que estuvo en el Vesubio durante el mes de agosto.
En tanto, el cúmulo de gestiones que efectuaba Juan Carlos Míguez en busca de su hijo tenían como respuesta negativas, descompromiso o silencio. El 15 de junio, el juzgado de Instrucción Nº 4 rechazaba el hábeas corpus que presentó a pocos días del secuestro. El 20 de julio lo recibía el entonces subsecretario de Interior, coronel José Ruiz Palacios, quien, por supuesto,"carecía de información", al igual que jefes militares y altos dignatarios eclesiásticos.
Otro chico de su edad, secuestrado en el Vesubio con su papá por la misma época, a los dos días había sido entregado a la familia. ¿Por qué Pablo estaba aún allí si era tan simple liberarlo, llevarlo con su padre, que no era militante político? A esta altura no queda más respuesta que una de esas que ni pueden ser pensadas porque traspasan el umbral de lo humanamente entendible: ya habían decidido su destino, ya habían firmado la sentencia. Pero ¿quién la ejecutaría? ¿Los que convivieron con él todo ese tiempo? ¿El mayor Durán Sáenz que, según me contó Pablo, muchas noches lo llamaba para jugar al ajedrez? Un "que lo hagan otros", debe haber sido la decisión que arrastró a Pablito por el laberinto de los campos...
Hacia fines de agosto se lo llevaron del Vesubio. Mabel Alonso, secuestrada allí desde el 1º de septiembre, dice que entonces ya no estaba. "Estaba Violeta. Primero le contaron que el hijo se iba a la casa, que le habían dado plata para viajar. Luego le dijeron que lo habían llevado a un Instituto para rehabilitarlo." Esta versión era, al parecer, la que tenían ciertos guardias, según relató uno de ellos ("el Sapo") a Luciani tres años después.
Sobre el volcán
En el Vesubio --una casa quinta ya derruida--, el primer sitio por donde pasaban ineludiblemente todos los prisioneros era la "enfermería", una sala con camas y tres pequeñas celdas de tortura con paredes forradas de telgopor atestado de cruces svásticas y frases como "nosotros somos Dios" o "Viva Videla". Luego los detenidos eran llevados a las "cuchas", espacios sobre el piso de no más de dos metros, separados por tabiques de madera; en cada una de ellas se amontonaban cuatro o cinco detenidos, siempre encapuchados e inmóviles por las cadenas que los aferraban a la pared.
Pegada a la "enfermería" se encontraba la Jefatura, que incluía tres dormitorios, dos cocinas, baño y, en palabras de Elena Alfaro, "una sala comedor donde se recibía a visitas importantes, como el general Suárez Mason, por ejemplo". Allí se confeccionaban las carpetas con los datos de cada detenido que luego eran transportadas a otro lugar donde, según Luciani, una suerte de jueces "decidían quién viviría y quién debía morir. Se sentían dioses... sentenciaban a muerte a una persona sin siquiera conocerle la cara...".
Los centenares de prisioneros que, como Pablo, estuvieron en el Vesubio convivieron con todas las vejaciones imaginables. Veían cómo manoseaban a las presas desnudas formadas en fila para ducharse, oían cuando las arrastraban a la "enfermería" para violarlas, sufrían con el dolor y los gritos arrancados por la tortura y los traslados. Los responsables de todo esto no eran los integrantes de alguna supuesta patota que escapaba al control de los mandos. Por el contrario, se trataba de un centro de detención perteneciente al Comando de la Zona 1 del Ejército Argentino bajo la directa responsabilidad del general Suárez Mason, seguido por el general Juan B. Sassiaiñ. El teniente coronel Luque ("el Indio") y el mayor Pedro Alberto Durán Sáenz ("Delta", el oficial de mayor jerarquía en el campo) eran los que tenían más contacto con los detenidos.
La ESMA y después
Pablo llegó a fines de agosto y estuvo alrededor de un mes en la capuchita de la ESMA, un lugar que era usado por diversos GT como "deposito" de sus prisioneros antes del "traslado" y, muy eventualmente, de la libertad. A Pablo nunca nadie del grupo que lo había traído vino a verlo ni tampoco fue interrogado por el G.T.3.3.2, la patota de los dueños de casa dirigida por el capitán Jorge "Tigre" Acosta. Soportó los traslados de los miércoles, los quejidos de los torturados en los cuartos que estaban frente a nuestras cuchetas y alguna vez que hubo "guardia buena" disfrutó del dulce de leche robado en la cocina. Cuando se lo llevaron, pese a que ese día habían trasladado a algunos detenidos, todos pensamos que lo habían dejado en libertad.
Juan Farías, un antiguo militante peronista que estuvo con él en el Vesubio, asegura que Pablo fue llevado en fecha incierta (entre septiembre y noviembre) a la comisaría de Valentín Alsina donde, como ocurrió con el propio Farías, se "blanqueaba" a los desaparecidos que iban a ser legalizados. Le contó al juez que Pablo decía que lo dejarían en libertad y que quedó allí cuando a él lo llevaron a la Unidad Penitenciaria Nº 9. Ese es el último rastro que encontramos. De Pablo nunca más se supo. Interrogantes sobran: si realmente estuvo allí, ¿por qué no lo liberaron? ¿Hubo una contraorden? ¿O es que la ESMA ya lo había "trasladado" en uno de sus vuelos? Estas y otras preguntas cruciales hace más de veinte años que esperan respuesta.
Un pibe con cara de travieso
Por L. P.
Cuando lo conocí, Pablo tenía 14 años pero no representaba más de doce con su carita de pibe travieso, sus pecas junto a la nariz, sus ojos de chispazos, su cuerpo esmirriado. Era tan chico, tan vivaz, aparecía tan indefenso en ese mundo alucinante, que no pocos guardias se conmovían por su presencia. Le habían puesto un "tabique" sobre los ojos que casi siempre usó como vincha y cada vez que podía se las arreglaba para salir de la cucheta, servir el mate cocido, leer una revista.
En ese largo y fugaz mes que estuvimos juntos, Pablo me contó del Vesubio, de los presos trasladados desde allí que luego un comunicado oficial dio como "abatidos en combate", de su mamá, de quien no se despidió ("ella estaba en la cocina"), de la esperanza de que lo llevaran con su padre, de su vida en el mundo de afuera --el colegio, la natación, los hermanos, la abuela, los primos y el turf--, de sus amores y sus miedos. Habíamos encontrado una forma para hablar sin que se notara y con los ojos cubiertos, cada uno tirado boca abajo en la cucheta o arrodillándonos contra el tabique de madera que nos separaba. Lo doblaba en años pero nos cuidábamos mutuamente. Yo intentaba protegerlo, sobre todo alguna noche que despertaba lloroso, "soñé con mi mamá". El también: cuando me contó que lo habían picaneado y me descontrolé, se desesperó por tranquilizarme, "tanto no me dolió", decía.
Mientras estuvo allí, nadie apareció haciéndose cargo de su caso. Eso lo angustiaba. No sabía quién era "dueño" de su vida, a quién rogarle su libertad.
Se lo llevaron una tarde de fines de septiembre del 77. Yo venía del baño cuando en un instante vi que la puerta se cerraba tras él, que caminaba a ciegas, de la mano del jefe de guardia. Pensé que se trataba de algún trámite. Arriba, en "capuchita", los otros presos me dijeron que no, que se lo habían llevado y que Pablo pedía verme. Quise creer entonces que lo liberarían. ¿Quién podía enviar a la muerte a un chico de 14 años? El día antes del Juicio a las Juntas, en Tribunales, alguien me dio un volante con su foto. "Pablo Míguez, desaparecido", decía.
Hace muy poco estuve con su papá y le hablé de Pablo y de esta nota. El me contó lo que sabía y aportó documentos, fotos y recuerdos. "Es como si mi hijo me estuviera viendo", dijo. Con esa ayuda y con la del Equipo Argentino de Antropología Forense logré escribir esta historia fragmentada que para mí, desde hace 21 años, es una asignatura pendiente.
OPERACIÓN SALVAMENTO DE LAS GRANDES FORTUNAS PILLADAS EN BANKIA Y LOS NUEVOS ESPECULADORES DE LAS ÚLTIMAS SEMANAS
La ( CNMV) comisión nacional del mercado de valores debió ser eso, unas simples siglas, porque el escándalo ha llegado hasta Alemania. El comportamiento que tuvieron las acciones de Bankia ayer podría ser el propio de una operación de Gordon Geko en Wall Street, pero mucho más casposo y más nacional. Con información privilegiada compartida entre familias bién posicionadas, ya sea las de ricos de toda la vida, como de las nuevas hornadas de sociedades financieras de inversión. Todo ello condenando al pequeño inversor o al pobre desgraciado que tenía sus cuatro duros en preferentes que le iban a cambiar por acciones hoy, a perderlo todo para salvar el culo a las grandes fortunas.
Con el beneplácito del gobierno, o con la colaboración de alguno de sus elementos, ya que las informaciones y filtraciones que lleva sufriendo la bolsa los últimos meses está empezando a escandalizar hasta los grandes inversores extranjeros.
Los accionistas que acudieron a la salida a Bolsa de Bankia y conservan sus títulos ya han perdido prácticamente todo lo invertido. Pero ahora la caída de la cotización empieza a pasar factura por adelantado a quienes van a recibir acciones a cambio de sus participaciones preferentes y títulos de deuda subordinada. El precio de canje para las acciones es de 1,3526 euros, pero la cotización, que ayer se hundió un 51%, está ya a 0,68 euros, la mitad del precio previsto. A ese nivel, las pérdidas para la mayor parte de los inversores en preferentes superan el 70%. El supervisor, además, investiga si las órdenes masivas que provocaron el desplome de la sesión de ayer son legales.
"A la vista del elevado volumen negociado en la acción de Bankia S. A. en el día de hoy, de 49,39 millones de acciones respecto a un capital de 19,93 millones de acciones, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) procederá a analizar en detalle la operativa de la sesión, al objeto de verificar que se ha ajustado a la normativa legal existente y, en particular, a la que rige en materia de operativa de mercado", señaló la CNMV tras el cierre de la sesión.
Fuentes del mercado creen que habría fondos poniéndose cortos al descubierto, es decir, vendiendo grandes paquetes de acciones sin tener aún los títulos. El supervisor cree que todavía es pronto para llegar a esa conclusión, pero solo eso parece explicar que en una sesión se negocien en el mercado más del doble de las acciones del banco en circulación, porque las ampliaciones de capital aún no han sido hechas efectivas.
La sospecha es que grandes inversores se han anticipado al canje de participaciones preferentes y otra deuda híbrida por acciones, vendiendo los nuevos títulos antes incluso de recibirlos. Se estarían aprovechando de que las operaciones bursátiles se liquidan a los tres días hábiles, de modo que la semana que viene, al recibir las acciones, podrían atender la liquidación. Pero esa operativa no es legal con la normativa española y la CNMV investigará si se ha llevado a cabo.
CORLEONE FILMS Y DOS DE CATORCE PRODUCCIONES BUSCAN FINANCIACIÓN PARA PODER TERMINAR EL DOCUMENTAL SOBRE MUJERES
El documental
Corleone Films y Dos de catorce Producciones buscan financiación para poder terminar el documental sobre "Mujeres" (CD + DVD de Coque Malla )
Durante todo el proceso de ensayos y preparación del disco, fueron grabadas las sesiones con cada una de las invitadas, además de íntimas y largas charlas que mantuvimos cada una de nosotras con Coque, durante una serie de encuentros programados para este fin.
Sería lindísimo que el proyecto viese la luz, así que desde acá, sumo mi pequeño granito de arena para convocar a todo aquél que pueda aportar algo para llevar esto a cabo.
Les dejo el enlace para participar:
http://www.verkami.com/projects/3617-mujeres-el-documental-de-coque-mallahttp://www.verkami.com/projects/3617-mujeres-el-documental-de-coque-malla
Y también un video-adelanto (La verdad es que cuando se hizo el montaje de este video, todavía mi encuentro no había sido rodado, por lo tanto no aparezco):
Y también un video-adelanto (La verdad es que cuando se hizo el montaje de este video, todavía mi encuentro no había sido rodado, por lo tanto no aparezco):
LAURA GOMEZ PALMA
EL COMANDANTE CHRIS HADFIELD GRABA UNA VERSIÓN DE SPACE ODDITY EN LA ESTACIÓN ESPACIAL INTERNACIONAL
El comandante de la Estación Espacial Internacional (EEI), Chris Hadfield, grabó su versión de la canción 'Space Oddity' de David Bowie durante su última jornada en órbita. De esta particular forma el astronauta se despidió del espacio..
GATOS LOCOS CANCIONES DE BOLSILLO
Canciones en el bolsillo
RockandBlog
Quiero Rock´n´roll- Mundo Azul- En la autopista- Nunca fue fácil soñar- No son buenas las prisas- Rosa y cruz- Me he vuelto a enamorar- Estación pasión- Una lágrima en el valle- No quiero volver- En mi bolsillo
En el año 86 Gatos Locos tocaron en Zaragoza en la sala En Bruto. Eran la primera formación de la banda, tenían el primer disco recién editado y eran unos chavales tan jóvenes como yo. Eso molaba mucho.
Venían de Cambrils, o de Salou, y los lazos entre esas playas y Zaragoza eran fuertes, por lo que la banda era bien conocida entre los rockers maños, y era habitual que Fernando y sus socios se pasaran por aquí, tanto para tocar como simplemente para divertirse. En el primer concierto del primer grupo con el que me subí a un escenario, Los Quarters, tuve el placer de contar con Fernando entre el público y colaborando en un par de temas también.
Es por tanto para mi un placer, mas de 25 años después, seguir contando con Fernando como amigo, aunque no nos vemos mucho la verdad, y también lo es volver a verle en un escenario, con estos reconstruidos GATOS LOCOS.
Se puede decir que Fernando Lavado es un superviviente, que ha tocado el cielo y el infierno. Veinticinco años de trayectoria dan para eso y mucho mas, y cada disco nuevo que pone en circulación se puede considerar una pica en Flandes, máxime si en ellos recoge los sonidos que siempre le acompañaron en sus inicios, rock´n´roll y country ,con un cierto toque pop, y ese sonido tex-mex que supuso un poco la marca de serie de la banda desde aquel recordado PRENDE UNA VELA POR MI.
En Canciones En El Bolsillo es eso lo que se encuentra. El sonido de Gatos Locos de siempre, en castellano, compuesto casi al 100 % por Fernando y cantándole al amor, al desamor y al estilo de vida.
QUIERO ROCK´N´ROLL abre el disco, siendo el tema elegido como single a mi no es de los que mas me gusta, un buen rock´n´roll de traca, pero que carece de los matices de otros de los temas que aparecen en este disco. MUNDO AZUL si los tiene, un tema en clave de blues con esos guiños pop que tan bien se le dan a Fernando, pero es en EN LA AUTOPISTA donde Gatos Locos para mi muestran todas sus armas al 100%. Road song al uso, con ritmo a la Tennessee Two, y de nuevo un toque pop que me recuerda al Pocketfull Of Rainbows de Elvis. Un tema precioso.
En NUNCA FUE FACIL SOÑAR giramos el dial hacia Buddy Holly, aunque tal vez el estilo recuerda mas a uno de sus pupilos, Bobby Fuller, y tal vez también al GINA vía versión Stray Cats. Es otro de los mejores temas del disco, coros bien puestos y ritmo y guitarreo en la línea que he comentado. Y si nombrábamos a Stray Cats es inevitable volver a recordarlos al escuchar la intro de NUNCA SON BUENAS LAS PRISAS. Ese Bring It Back Again cuanto bueno ha hecho! Simplemente el comienzo. El resto del corte funciona a ritmo de rockabilly tradicional, con solo de guitarra hiper-countryfied y un estribillo de nuevo pegadizo, de los que no se van ni con lejía.
ROSA Y CRUZ es una balada de corte sentimental, puro rockin´ 80´s uno de esos temas que eran obligados en un disco de rockabilly de aquellos años, y ME HE VUELTO A ENAMORAR es el primer tema que nos recuerda el ramalazo tex-mex de Gatos Locos. No de una manera cristalina, pero huele a Mavericks.
ESTACION PASION es un viaje en tren a ritmo de rockabilly, con todos los riffs y tópicos de este tipo de temas, que da paso a UNA LAGRIMA EN EL VALLE, y este si que es tex-mex a saco. Letra sentida, ritmo a medio tiempo y Santi Lluch luciéndose con la guitarra.
La única versión del disco es NO QUIERO VOLVER, en realidad el Breakaway de Irma Thomas y que versioneara Tracey Ullman en los 80. La revisión de Gatos Locos es en clave de rockabilly pero mas cercana en las formas a la de Tracey que al original. De todas formas un tema que cuadra perfectamente en el estilo de la banda.
EN MI BOLSILLO cierra el disco, de nuevo un tema con mucha influencia pop, en el que los coros añaden el ambiente necesario en el estribillo.
Ën definitiva, un disco hecho a la medida para los fans de la banda, en el que no hay sorpresa ni engaño. Gatos Locos desarrolla un sonido muy personal desde los años 80, salvando la etapa más comercial de la banda, y eso es lo que aquí se nos ofrece. El sonido es bastante honesto, sin grandes excesos de producción ni demasiado truco, fresco, limpio y actual.
BLACKWATER SOSPECHOSA DE LOS ATENTADOS DE BOSTON














Merece la pena ver el trabajo de la inteligencia ciudadana compartiendo videos, fotos, sobre lo sucedido en Boston encontrando un grupo amplio de sospechosos. Creen haber localizado a uno ya, que pertenecería Balckwater una agencia privada de seguridad vinculada a las contratas gubernamentales de defensa http://imgur.com/a/sUrnA
Academi[1] (anteriormente conocida bajo los nombres Xe Services LLC, Blackwater USA y Blackwater Worldwide), es una empresa militar privada estadounidense que ofrece servicios de seguridad. Fue fundada en 1997 por Erik Prince y Al Clark ceo ngamgp ex-Vympel. La sede principal está situada en Carolina del Norte, donde poseen un complejo de entrenamiento táctico especializado. La empresa entrena a más de 40.000 personas al año procedentes de distintas ramas de las Fuerzas Armadas, así como otras agencias de seguridad de varios países.
Actualmente Xe es la contratista privada más importante del Departamento de Estado de los Estados Unidos.[2] Cerca de un 90% de sus beneficios actuales proceden de los contratos con el gobierno estadounidense[3]
Algunas misiones realizadas por miembros de Xe han generado controversia debido al daño que ha sufrido la sociedad civil ajena a los conflictos bélicos de su zona.[4]
El 28 de septiembre de 2007 la empresa se vio envuelta en la muerte de 17 civiles durante la Guerra del Golfo,[5] cuando estaban en una emboscada. El Departamento de Estado encontró contradictorios las declaraciones de los guardias. Aun así, el gobierno de Irak ha pedido el retiro inmediato de su país a la compañía.[6]
LOQUILLO, LEIVA Y ARIEL ROT EN EL ROCK DE EUROPA DE MORIS
Loquillo, Leiva y Ariel Rot graban juntos "El rock de Europa" de Moris
Ariel Rot, Leiva y Loquillo se han reunido en el estudio de La Cabaña en Madrid para la grabación de un tema que interpretan juntos, a tres voces, y que servirá de avance de la gira "Uno de los nuestros".La canción elegida es "Rock de Europa", de Moris que se incluyó en Fiebre de vivir. Radio 3 te ofrece en exclusiva las imágenes de cómo se grabó este tema que Moris popularizó a finales de los 70. Moris contó para su grabación original con unos jovencísimos Tequila como banda de acompañamiento y Ariel Rot ya estaba allí.
En esta ocasión las guitarras de Ariel y Leiva se han mezclado con el bajo de Candy Caramelo y la batería de Tony Jurado. Ellos formarán parte de la que será una de las grandes giras del verano, que unirá en un mismo escenario a Loquillo, Leiva y Ariel Rot, tres de los referentes del rock de nuestro país.
La idea es mostrar qué cosas tienen en común estos tres artistas, qué canciones admiran los unos de los otros y sobre todo su amor por el rock & roll. En los próximos días podremos disfrutar del single y videoclip de este tema que Radio 3 se encargará de acercarte.
De momento ofrecemos los conciertos confirmados para este verano:
Jueves 6 de Junio, MADRID- Palacio de Vistalegre
Viernes 8 de Junio, BARCELONA - Poble Espayol
Viernes 21 de Junio, BILBAO - Bilbao Arena
Viernes 28 de Junio, MÁLAGA - Palacio Jose María Martín Carpena
Viernes 6 de Septiembre, MURCIA - Plaza de Toros
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