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El repertorio de acusaciones es amplio y variado, y viene a adecuarse a las necesidades operativas tradicionales de la "Cosa Nostra"cargos por asesinato, tráfico de drogas, apuestas ilegales, incendios criminales y extorsión en varios sectores industriales o comerciales.
Desde los lejanos 20 en plena fase terminal de la prohibición, que no se montaba un operativo de tal magnitud. Actuando en tantos frentes y contra tantas familias a la vez. Han llegado a participar 800 agentes, el FBI arrestó a 127 miembros de la mafia neoyorquina pertenecientes a 5 familas diferentes Bonano, Colombo, Gambino, Novense y Luchense. Pero el desesperado funcionario estatal se lamentaba," puede parecer la caida de Roma pero lo cierto es que el senado arma de nuevo su guardia pretoriana en pocos años". Y la verdad es que el crimen organizado Italoamericano es un cancer incurable. Se trata de una serpiente de múltiples cabezas, donde se corta una y en poco tiempò nacen dos de nuevo. Es la cultura de callejeo mediterranea, la de la vida en el exterior fuera del avispero de hormigón que sirve de escuela a las nuevas hornadas que esperan su ocasión, generación tras generación, resurgiendo de unas cenizas humeantes y todavía calientes.
El ave fenix con cara de poker de ases busca la notoriedad de los hombres de honor, pero los tiempos de Lucky Luciano ya hace tiempo que fueron dilapidados, el polvo blanco lo inundó todo a mediados del siglo pasado y fue el primer aviso para el loco rabioso y su codicia, que apenas podía ya contenerse en su camisa de fuerza.
La noticia tiene su parte cómica, como la de un mafioso de 91 años, que vuelve activo de la oscuridad de su jubilación, y no se le ocurre otra cosa mejor que hacerlo como en los viejos tiempos, a lo grande y marcando territorio. Y empieza a extorsionar todos esos nuevos negocios modernos de franquicias que ahora inundan su viejo barrio. Con la sorpresa de las adolescentes con granos que las regentan para pagarse las costosas matrículas universitarias. En el momento de su detención cuentan que vació encima del ayudante del fiscal un orinal todavía caliente. A los de la familia Bonano los pillaron en una de sus timbas ilegales habituales pero lo grave del asunto es que en un doble fondo debajo de la mesa de juego encontraron restos de alguien compactados con cemento. A los Gambino los llaman los submarinistas por su afición a cargarse gente hundiéndolas con pesos en los muelles finales de la bahía. El mundo dicen cambia a una velocidad pasmosa, pero el viejo estilo criminal de hacer las cosas parece reproducirse generacíón tras generación a cuatro manzanas del rio Hudson.
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